Resistencia.
El iroko es conocido por su resistencia a las condiciones climáticas adversas, lo que lo hace ideal para uso exterior.
Durabilidad.
Esta madera es duradera y puede soportar el desgaste del tiempo, manteniendo su apariencia y funcionalidad.
Mantenimiento.
Requiere un mantenimiento mínimo, lo que lo convierte e una opción práctica para ventanas.
Protección UV.
El iroko ofrece una buena protección los rayos UV, ayudando a prevenir el deterioro.
Resistencia al agua.
Su resistencia al agua lo hace adecuado para climas húmedos o lluviosos.